Por: Sara Esther Ospina Acevedo
En la nueva sede del”Museo de Bogotá”, que es la recién restaurada “Casa de Virrey Sámano” donde se encuentra la estatuilla del premio “León de Oro” que ganó Bogotá en la Bienal de Arquitectura de Venecia, hace un par de años, se expone la importante obra del urbanista y arquitecto, Fernando Martínez Sanabria, considerado como el primer representante de la arquitectura moderna colombiana.
Como parte de su obra urbanística se resaltan proyectos como el del Plan Piloto de Tumaco, las casas del barrio Veraguas, el proyecto de renovación urbana San Martín, la Plaza de Bolívar, el edificio Colinsa, el edificio Giraldo, el edificio Martínez Darién y Martínez Avendaño, el edificio Mallarino y el edificio Ogliastri, las casas Ochoa, Santos, Calderón, Wilkie, Zalamea Traba, La casa Santo Domingo, el edificio Caja Agraria de Barranquilla, el edificio Hilton en Bogotá, la Facultad de economía de la Universidad Nacional, y el centro de rehabilitación Sesquilé.
Como parte de su obra urbanística se resaltan proyectos como el del Plan Piloto de Tumaco, las casas del barrio Veraguas, el proyecto de renovación urbana San Martín, la Plaza de Bolívar, el edificio Colinsa, el edificio Giraldo, el edificio Martínez Darién y Martínez Avendaño, el edificio Mallarino y el edificio Ogliastri, las casas Ochoa, Santos, Calderón, Wilkie, Zalamea Traba, La casa Santo Domingo, el edificio Caja Agraria de Barranquilla, el edificio Hilton en Bogotá, la Facultad de economía de la Universidad Nacional, y el centro de rehabilitación Sesquilé.
Así mismo se reseñan proyectos presentados en concursos como el edificio Avianca, el Colegio Helvetia, el edificio BCH, la Biblioteca Pública Pahlavi, la Universidad del Valle y la sede del INEM en Santa Marta. Lo que denota su gran participación cultural en la construcción urbanística colombiana.
Son de tal importancia sus aportes urbanísticos en Colombia que Publicaciones Molinos Velásquez Editores y el “Instituto Distrital de Patrimonio Cultural” editaron un libro que incluye no solo su obra sino los textos de sus amigos más cercanos el escritor Alberto Zalamea y su colaborador por varios años el historiador Rodolfo Velazquez.
Las publicaciones presentan un amplio recordelis de la obra de Martínez que incluye planos y fotografías de maquetas hasta ahora inéditos y cartas de su archivo personal que reflejan la situación que se vivía en el país en la década de los cuarenta y cincuenta.
Son de tal importancia sus aportes urbanísticos en Colombia que Publicaciones Molinos Velásquez Editores y el “Instituto Distrital de Patrimonio Cultural” editaron un libro que incluye no solo su obra sino los textos de sus amigos más cercanos el escritor Alberto Zalamea y su colaborador por varios años el historiador Rodolfo Velazquez.
Las publicaciones presentan un amplio recordelis de la obra de Martínez que incluye planos y fotografías de maquetas hasta ahora inéditos y cartas de su archivo personal que reflejan la situación que se vivía en el país en la década de los cuarenta y cincuenta.
Fernando Martínez nació en 1925 en España y llegó a Colombia en 1938 e ingresó al Gimnasio Moderno y luego a la Universidad Nacional donde realizó su carrera de Arquitectura y finalmente fue docente de la misma durante 40 años y muere en 1991 en
Bogotá. El sentido de su obra siempre se caracterizó por el modernismo, el aprovechamiento de los espacios lineales y la asimetría sobria y elegante que manejaba en sus propuestas, contenían un estilo fresco e innovador.
Homenaje a la vida y obra de Fernando Martínez por su por su influencia sobre el urbanismo colombiano. La exposición estará abierta hasta el 15 de mayo en la sede principal del Museo de Bogotá. (Cra 4ª No 10-18).
Bogotá. El sentido de su obra siempre se caracterizó por el modernismo, el aprovechamiento de los espacios lineales y la asimetría sobria y elegante que manejaba en sus propuestas, contenían un estilo fresco e innovador.
Homenaje a la vida y obra de Fernando Martínez por su por su influencia sobre el urbanismo colombiano. La exposición estará abierta hasta el 15 de mayo en la sede principal del Museo de Bogotá. (Cra 4ª No 10-18).
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