PORQUE LA VIDA EN LA CALLE TAMBIÉN ES UN TEATRO

Por: Nathaly Gómez Caro

Cuenteros, saltimbanquis, zanqueros, bufones, payasos y hasta lucha libre, harán que Corferias “La Ciudad Teatro”, en contadas tres semanas se convierta de nuevo en el escenario de más de cinco millones de espectadores que durante casi 17 días podrán disfrutar de lo mejor de las artes escénicas que trae la décimo segunda edición del Festival Iberoamericano de Teatro de Bogotá. En esta ocasión el invitado de honor Nacional será el teatro callejero. Un género artístico que aumenta día a día su nivel de aceptación. El teatro de calle que de entrada no cuenta con los medios ni los recursos del tradicional, es una forma de llevar la vida a las calles. Las actuaciones pueden ser cortas, improvisadas o ensayadas, pero siempre alimentadas por las relaciones de confianza que se generan con el público. Con una dramaturgia sencilla tanto en la representación como en el vestuario y con parlamentos breves, los actores intentan llamar la atención de la gente, lo suficiente, como para trasmitirles un mensaje; la mayoría de las veces social. Puestas que deben tener mecanismos que atrapen en un abrir y cerrar de ojos, una gran cantidad de espectadores, utilizando niveles de relación que van desde la realidad hasta la ficción, siempre apoyados en recursos histriónicos como el humor, para plasmar el duro escenario que atraviesa un país como el nuestro.
Las limitaciones materiales son muchas; los obstáculos ni para que nombrarlos, pero el empuje y el deseo de estos personajes de compartir con el público su quehacer diario y la consigna de que la vida en la calle también es un teatro, hacen de cada convocatoria un evento cultural de gran envergadura al que vale la pena asistir… y por qué no? Si aquí el invitado de honor es usted…