Por: Ángela HerreraA través de la historia el teatro ha obtenido un sentido mucho más amplio gracias a la participación de hombres y mujeres.
Inicio con esta afirmación teniendo en cuenta que este género literario en sus comienzos contaba con la única participación de los hombres, quienes en el teatro griego utilizaban trajes, mascaras y caracterizaban casi por completo a la mujer, pero nunca una de estas podía pisar el escenario de la representación.
Con la evolución del teatro en el mundo, se le dio participación a la mujer y desde entonces en las tablas relucen, impresionan, seducen y encantan la belleza femenina.
La belleza contemplada con los ojos del arte, del aprecio por el personaje, por lo que transmite y lo que vive; valga la aclaración para hablar del aporte que puede hacer la mujer a las obras de teatrales, pondré un ejemplo de esto, hace unos días fue noticia en varios periódicos y revistas nacionales una audición bastante particular en Bogotá, pues en medio del bombardeo de hombres metrosexuales y mujeres delgadas y esbeltas, el teatro abrió la puerta a las “gordas”, una mujer con kilitos demás, bueno, no una varias que se pararon a reír, llorar, sentir, para exhibir esos “royitos” o gorditos como los quieran llamar, sin penas, ni frustraciones; al contrario con una buena motivación ser protagonista de una nueva obra llamada “Se Armo la Gorda” del director Uruguayo Mario Morgan.(Tomado de la revista Plan B).
Sea esta una muestra de la diversidad, la creatividad, de la tolerancia y el aprecio por la diferencia. En un principio era impensable ver una mujer actuando, hoy se dan oportunidades a cualquier tipo de mujer y de hombre en el teatro este es arte por excelencia y en el se reflejan todo tipo de actitudes, creencias, y expresiones, pero sobretodo vivencia la diversidad y la igualdad humana.
Inicio con esta afirmación teniendo en cuenta que este género literario en sus comienzos contaba con la única participación de los hombres, quienes en el teatro griego utilizaban trajes, mascaras y caracterizaban casi por completo a la mujer, pero nunca una de estas podía pisar el escenario de la representación.
Con la evolución del teatro en el mundo, se le dio participación a la mujer y desde entonces en las tablas relucen, impresionan, seducen y encantan la belleza femenina.
La belleza contemplada con los ojos del arte, del aprecio por el personaje, por lo que transmite y lo que vive; valga la aclaración para hablar del aporte que puede hacer la mujer a las obras de teatrales, pondré un ejemplo de esto, hace unos días fue noticia en varios periódicos y revistas nacionales una audición bastante particular en Bogotá, pues en medio del bombardeo de hombres metrosexuales y mujeres delgadas y esbeltas, el teatro abrió la puerta a las “gordas”, una mujer con kilitos demás, bueno, no una varias que se pararon a reír, llorar, sentir, para exhibir esos “royitos” o gorditos como los quieran llamar, sin penas, ni frustraciones; al contrario con una buena motivación ser protagonista de una nueva obra llamada “Se Armo la Gorda” del director Uruguayo Mario Morgan.(Tomado de la revista Plan B).
Sea esta una muestra de la diversidad, la creatividad, de la tolerancia y el aprecio por la diferencia. En un principio era impensable ver una mujer actuando, hoy se dan oportunidades a cualquier tipo de mujer y de hombre en el teatro este es arte por excelencia y en el se reflejan todo tipo de actitudes, creencias, y expresiones, pero sobretodo vivencia la diversidad y la igualdad humana.
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