EL LENGUAJE DEL CUERPO

Por: Diana Carolina Rojas

Los colores se juntan con los movimientos, con los sonidos, con el resonar de los tambores, con los gestos, con las posturas, con la cultura y esta mezcla genera una tradición, un arte, el arte de la danza.
Esto fue lo que encontramos el pasado 29 de Abril, en el marco de la celebración del día internacional de la danza, desde 1982, declarado y oficializado por la UNESCO, en homenaje al coreógrafo francés Jean Georges Noverre, que con su trabajo logro el reconocimiento de la danza como un arte. En varios lugares de Bogotá, en la plazoleta el Rosario, desde la una de la tarde y bajo el golpe del sol que inundaba las calles, se podía disfrutar de la belleza del folclor nacional, con muy buenas muestras de nuestros bailes, con el sonido del arpa, de la guacharaca y la guitarra, 3 parejas mostraban y exponían las historias de los llanos, con Alma Llanera, fue como transportarse a nuestros llanos, es como estar en los llanos, allí viviendo y tocando lo más intimo de la historia llanera, tan solo con apreciar sus movimientos, con aquellos hermosos vestidos, propios de las maravillas de nuestro país y escuchar las letras de esas melodías, que cuentan historias mitos y leyendas. A través del tiempo y de la historia de Colombia, la danza se ha compuesto de las características dadas de las propias historias colombianas, mientras una joven presenta cada baile, explicaba el porque de cada cosa, desde los atuendos hasta las letras de las canciones, con cada canción se entiende muchos hechos propios de las vidas del llano, los coleos, la vida de los becerreros, etc. Así como la música llanera, también se realizaron eventos que transportaban a la costa atlántica. Para disfrutar de las muestras de la cumbia, la presentadora del evento explicaba que la palabra viene del vocablo Africano “Cumbe” el cual significa Fiesta, una bailarina movía y ondeaba su falda blanca y larga mientras los músicos hacían sonar con gran alegría sus instrumentos, que generaban ciertas emociones en cada uno de los espectadores, como que la “cumbe” es algo que los colombianos llevamos en la sangre, tras cada baile, los espectadores se invadían de ganas de pararse a bailar, y lo dejaban ver en lo duradero de sus aplausos.